El
público de Manizales está embelesado con los toros almibarados de Ernesto
Gutiérrez. Esos toros pequeños, nobles y, en ocasiones, bobalicones. Esos toros
que pasan y pasan y pasan y pasan, incluso más que el transporte público.
Por
eso, creo, ciertos sectores del tendido trataron con rudeza la corrida de Mondoñedo del 6 de enero. Una corrida
bien presentada aunque justa de peso. Una corrida compleja, digamos complicada;
aumentemos la calificación y afirmemos que llegó a ser difícil. Pero no fue
mala. Ninguno se rajó. Ninguno manseó. Ninguno fue impotable. Tuvieron genio,
sí; algunos fueron mirones, otros se defendieron en ciertos momentos de la
faena. Pero casi todos estuvieron, en mi opinión, por encima de los toreros.
Derechazo de Sebastián Vargas (Foto: JCMC) |
Sebastián
Vargas no entendió (¿no quiso entender?) la complejidad de “Muñeco” (440K,
castaño veleto), cuya embestida era incierta. El toro exigía distancia y por
eso se paró siempre a la mitad del pase. Silencio. “Rosquetero”
(456K, negro listón, bien armado) era bravo y encastado, con fijeza y
prontitud. Además, “tenía pies”, o sea que galopaba con mucho tranco.
Vargas dudó, se sintió inseguro, pegó trapazos e incluso intentó hacerle ver a
los tendidos que los problemas estaban en el toro. Algunos le creyeron.
Cambiemos
el orden para decir que Iván Fandiño estuvo hoy muy en “no Iván Fandiño”:
dubitativo, incierto, incómodo con su primero (“Periodista”456K, negro cornidela ntero y bien
hecho), un toro tardo, mirón y que no humillaba. Abrevió y luego tuvo problemas
para matar (dos pinchazos hondos, tres cuartos de espada y cinco descabellos a
un toro tapado). Escuchó dos avisos el torero y pitos el toro. Algo similar
ocurrió con el último de la tarde (“Lusitano”, 353K, negro listón, veleto y
astiblanco), un toro complejo por lo incierto que sin embargo permitió el
lucimiento de John Jairo Suaza en dos muy buenos pares de banderillas, por lo
que saludó montera en mano. Fandiño lo intentó esta vez, pero no le encontró la
distancia al toro. Mató de entera contraria y cuatro descabellos, y escuchó un
aviso.
Derechazo de Guerrita Chico en su primero (Foto: JCMC) |
Guerrita
Chico lo intentó de largo con “Gittanito” (452K, negro cornidellantero), que
era lo que pedía el toro. Tuvieron decoro los pases por bajo del inicio y luego
dos derechazos. Lo intentó por izquierda sin la misma limpieza, por lo que dio
algunos pases de castigo para después dejar tres cuartos de espada algo caída.
Silencio.
Natural de Guerrita Chico con "Canciller" (Foto: JCMC) |
Salvó
la tarde “Canciller”, un veleto melocotón, alto de manos, bocinero y
calcetero de 500K, que se arrancaba de largo con tranco. Guerrita Chico le puso
voluntad desde el primer momento en tres tandas de cuatro
derechazos cada una, citando de largo, que tuvieron ligazón y temple. El toro
era bravo, franco y noble. Los naturales fueron menos claros. Dejó una entera
algo caída y dio una vuelta al ruedo; el toro recibió merecidos
aplausos en el arrastre.
Lánguida,
la verdad, la segunda de feria en Manizales.
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